Qualification testing of multi-stage high-pressure compressors up to 400 bar for naval, aerospace, and industrial use. Performance benchmarking after overhaul or refurbishment, ensuring the compressor meets original design parameters. Reliability and endurance testing under real-world thermal, mechanical, and load conditions. Validation of cooling efficiency through controlled fresh-water and raw-water cooling simulations. Verification of high-pressure air delivery and pressure-build characteristics using certified 400-bar storage bottles. Safety and fault-response evaluation using PLC-based automation, alarms, and emergency shutdown logic. Characterization trials across variable speeds using VFD-controlled drive motors. Training and certification of maintenance and technical staff in compressor behavior, fault identification, and operating limits.
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Introducción Los sistemas de aire a alta presión desempeñan un papel indispensable en buques de guerra navales, plataformas aeroespaciales y sistemas industriales críticos. Estas aplicaciones requieren compresores que puedan suministrar de manera fiable presiones de hasta 400 bar sin fluctuaciones ni fallos. Con el tiempo, el esfuerzo operativo, los ciclos térmicos, la degradación de la lubricación y la fatiga por vibración pueden deteriorar el estado de un compresor. Una inspección visual o una simple prueba de arranque no pueden revelar estos problemas más profundos. Lo que se requiere es un entorno de prueba de carga completa, controlado, instrumentado y repetible, que exponga el compresor a las mismas condiciones que enfrentaría en servicio. El Banco de Pruebas para Compresores de Aire de Alta Presión proporciona exactamente eso. Funciona como una plataforma de calificación de alta fidelidad que somete al compresor a presiones, temperaturas, condiciones de enfriamiento y cargas dinámicas del mundo real. El sistema captura características de comportamiento vitales en cada etapa de compresión, desde la succión inicial hasta la descarga final a 400 bar. Los operadores pueden observar y documentar cómo aumenta la presión, cómo se disipa el calor, cómo se comporta la lubricación bajo carga y cómo responde la máquina ante condiciones de fallo. Este banco de pruebas va más allá de las pruebas rutinarias de mantenimiento. Está diseñado como una plataforma de verificación de fiabilidad y preparación para la misión. Su ingeniería refleja los exigentes entornos a los que sirve —defensa, sector marítimo, apoyo aeronáutico y sectores industriales pesados— donde el margen de fallo es prácticamente nulo. Cada subsistema, desde la red de tuberías hasta los circuitos de enfriamiento y la lógica de control, ha sido configurado para garantizar una validación segura, precisa y repetible del rendimiento. 1. Visión general del sistema En el núcleo mecánico del banco de pruebas se encuentra un bastidor de acero de alta resistencia con ranuras en T que soporta tanto el compresor como su motor eléctrico de accionamiento. El bastidor está equipado con doce soportes antivibratorios cuidadosamente seleccionados, que amortiguan no solo las fuerzas primarias de los movimientos alternativos, sino también las armónicas generadas a altas velocidades. Esto garantiza que el compresor se mantenga sobre una base rígida pero aislada de vibraciones, permitiendo lecturas precisas durante las pruebas de rendimiento y protegiendo al mismo tiempo la cimentación de cargas mecánicas cíclicas. Todo el conjunto del bastidor está anclado a una cimentación civil reforzada, diseñada específicamente para soportar las cargas dinámicas de un compresor reciprocante multietapa operando a plena carga. Esta cimentación garantiza una resonancia mínima, una distribución adecuada del esfuerzo y una integridad de alineación a largo plazo. Sin una base tan estable, los resultados de las pruebas pueden volverse poco fiables y las vibraciones excesivas pueden acelerar el desgaste de los componentes del compresor. Desde el punto de vista eléctrico, el corazón del sistema de accionamiento es un motor de inducción jaula de ardilla de 90 kW, diseñado para servicio continuo y equipado con aislamiento Clase H para una mayor robustez térmica. Este motor es controlado por un Variador de Frecuencia (VFD), que ofrece a los operadores un control preciso de la velocidad y el par. El VFD no solo garantiza un arranque y parada suaves, sino que también permite probar el compresor a diferentes velocidades —un requisito esencial al evaluar múltiples modelos de compresores o realizar pruebas de caracterización. El VFD trabaja en coordinación con un controlador de automatización y protección basado en PLC. Todas las señales de operación —presiones, temperaturas, estados de flujo, posiciones de válvulas, corrientes del motor y niveles de tanques— son procesadas en tiempo real, con el PLC activando instantáneamente alarmas o paradas en caso de anomalías. A través de un panel HMI de fácil uso, los operadores pueden supervisar tendencias, revisar historiales de disparos y registrar datos para informes de certificación. 2. Enfriamiento y rechazo de calor Los compresores multietapa de alta presión generan enormes cantidades de calor. Si no se controla adecuadamente, este calor puede dañar válvulas, degradar lubricantes, deformar materiales y alterar las características de compresión. El banco de pruebas aborda este desafío mediante una arquitectura de enfriamiento de dos etapas diseñada para garantizar la estabilidad térmica durante las pruebas a plena carga. La primera etapa es un sistema de enfriamiento de agua dulce en circuito cerrado. Este circuito hace circular agua a través de los enfriadores de aire entre etapas y del enfriador de aceite lubricante tipo placa. Al eliminar calor en cada etapa de compresión, el sistema garantiza que el aire que entra en los cilindros posteriores esté a una temperatura controlada, estabilizando la eficiencia de compresión y evitando el estrés térmico. El circuito de agua dulce está respaldado por un tanque compensador, que mantiene una presión y un volumen estables durante todo el ciclo de prueba. La segunda etapa de rechazo de calor es manejada por un sistema de enfriamiento de agua bruta, centrado en un tanque de enfriamiento equipado con boquillas de pulverización que descomponen el agua en finas gotas, maximizando el contacto aire-agua para la evaporación y el enfriamiento. Ventiladores de ventilación forzada extraen aire ambiente a través del tanque, eliminando rápidamente el calor. Con una capacidad de rechazo de calor de casi 150,000 kcal/hr, este sistema permite que los compresores funcionen durante períodos prolongados sin sobrecalentarse, lo cual es fundamental para pruebas de resistencia y fiabilidad. La integración de ambos circuitos de enfriamiento garantiza que el compresor experimente condiciones térmicas realistas similares a las de entornos a bordo o en campo. Esta fidelidad es esencial para predecir el comportamiento a largo plazo y validar la calidad de las revisiones. 3. Manejo de aire a alta presión Probar un compresor sin un sistema adecuado de carga a alta presión es insuficiente. Este banco de pruebas incorpora una robusta red de almacenamiento y distribución de aire a alta presión que permite a los compresores generar y sostener presiones exactamente como lo harían durante el servicio operativo. En el centro de esta red se encuentra un conjunto de botellas de almacenamiento certificadas para 400 bar, cada una equipada con ensambles de cabezal mecanizados con precisión, válvulas de seguridad y válvulas de drenaje. Estas botellas permiten a los técnicos evaluar la velocidad de generación de presión del compresor, el tiempo de recuperación de presión y la estabilidad de los parámetros de descarga bajo un aumento constante de la contrapresión. El aire a alta presión es transportado a través de una red de tuberías y accesorios sin costura de acero inoxidable SS316, seleccionados por su resistencia a la corrosión, capacidad de soportar alta presión y estabilidad térmica. Cada tubería y accesorio cumple estrictos estándares de fabricación y pruebas, garantizando uniformidad y seguridad. La red de tuberías incluye: • Válvulas antirretorno para evitar el reflujo • Válvulas de aislamiento para un direccionamiento controlado • Válvulas de seguridad calibradas a 415 bar • Manómetros de alta precisión colocados estratégicamente • Puntos de drenaje para la eliminación de humedad Este sistema garantiza que cada compresor probado experimente condiciones de demanda realistas mientras se mantiene la seguridad total del operador. 4. Instrumentación y Automatización La instrumentación está diseñada con precisión porque la validez de la prueba depende de la exactitud de los datos. El banco de pruebas incorpora un panel de instrumentación de acero inoxidable equipado con manómetros de gran diámetro llenos de glicerina. Estos manómetros proporcionan lecturas estables incluso bajo condiciones de flujo pulsante, comunes en compresores reciprocantes. Los operadores pueden supervisar visualmente: • Presiones por etapa desde la 1.ª hasta la 5.ª etapa • Temperaturas por etapa con sensores clasificados hasta 250°C • Presión y temperatura del aceite lubricante • Diferenciales de temperatura del agua dulce y del agua bruta • Indicadores de nivel en los tanques de enfriamiento Paralelamente, el sistema de automatización PLC-HMI ofrece supervisión y control digitales. Registra datos en tiempo real, mantiene un historial de eventos e integra el variador de frecuencia para imponer límites operativos seguros. Cualquier falla detectada —ya sea mecánica, térmica o eléctrica— da lugar a una acción protectora inmediata. Esta combinación de instrumentación analógica y digital proporciona a los operadores redundancia, claridad y flexibilidad para interpretar el rendimiento del compresor. 5. Seguridad y Entorno del Operador Dado que los compresores sometidos a prueba operan a presiones extremadamente altas, la seguridad está integrada en todos los aspectos del banco de pruebas. La zona del compresor está encerrada dentro de una barrera metálica certificada para seguridad, equipada con ventanas de vidrio y aluminio que permiten una visibilidad total del equipo sin exponer al personal a los riesgos asociados con componentes de alta presión. Un sistema de Parada de Emergencia (ESD) está instalado en un punto estratégico, garantizando que los operadores puedan detener instantáneamente el motor y el compresor si surge alguna situación anormal. Toda la lógica de seguridad es automática, por lo que incluso sin intervención manual, el sistema se apagará si se superan los umbrales críticos. El diseño proporciona un amplio espacio de trabajo alrededor del compresor, los sistemas auxiliares y la red de tuberías. Esto no solo mejora la seguridad, sino que garantiza que los técnicos puedan realizar ajustes, inspecciones y mantenimiento sin obstáculos. Tabla de Especificaciones Técnicas